¿Recuerdas ese día, en que te jure amor? El cielo brillaba de un azul intenso, no hacia viento pero si una ligera brisa y el sol resplandecía como si fuese su último día. Tu falda se movía con el viento dejando ver más de aquella piel que me fascinaba y tus cabellos se arremolinaban contra tu rostro, desprendiendo un aroma dulce a durazno. Sin duda eras hermosa, y ese uniforme de colegiala te hacia lucir más, con ese moño color vino que decoraba tu camisa blanca al igual que tus medias hasta medio tobillo y esa falda de cuadritos color negro, como siempre, los accesorios no hicieron falta en ti, llevabas una linda boina negra a juego con tu falda y un pin prendido a esta. Te veías tan tierna e inocente, infantil, pero con esa delicadeza, feminidad y elocuencia que te vuelve mujer.
Finalmente dije las palabras en esa que era la azotea de la escuela, y mientras esperaba la respuesta pero nunca llego y fue primero el timbre del colegio antes que tu voz. No la oí, y derrumbada decidí salir, había perdido, creí que tenía una posibilidad y había sido todo falso, irreal. Creí en mis amigos, en esas que concebí como tus señales pero nada era cierto, y fue difícil descubrirlo, notarlo en tu silencio. Mientras lo pensaba, recordando cada rato cada instante que pase contigo y anhele esos que eran tus labios.
Mi mente distraída, mis ojos ciegos y los susurros que eran ahora mi voz. Todo sucedió, no se podía evitar, y así mientras huía de tu verdad fui dando pasos inconscientes hacia lo que seria el fin de mi vida humana más no de mi amor hacia ti. Caí en uno de los tantos escalones que formaban el bachiller, rodé sufriendo varios golpes en el descenso, al final...
Ahora estoy aquí… viéndote una vez más como cada año. Te veo llorar, implorar mi nombre y susurrar tantas cosas que jamás creí, vas usando el negro de luto y te paras frente a mi, me miras a los ojos pero no te das cuenta, para ti solo soy la brisa que mueve tus cabellos, pero estoy presente, acaricio tu mejilla y delineo aquellos labios que tanto deseo besar. ¿Por qué no me puedes ver? ¿Porque debe ser ahora? Se que si me hubieras dicho, si hubieras admitido tu amor en su momento no estaría aquí, viéndote llorar…
Si he muerto, pero ¿sabes que me hace feliz? La idea… el saber que así puedo verte por siempre… y sentir tu cuerpo… tan cerca al mío… aunque solo sea un fantasma…
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